lunes, 7 de julio de 2008

LA OUIJA, PUERTA AL MÁS ALLÁ



En algunas jugueterías, e inclusive en algunas farmacias se venden, sin saber siquiera que esta tabla puede comunicarnos con espíritus o demonios. Todo depende de la actitud de la persona quien la usa; algunos sólo se divierten y bromean, otros, sí lo toman en serio y son muy cuidadosos, al grado de encender veladoras y colocar tierra de panteón sobre ésta.

Como la mayoría sabe, Ouija es la unión de dos palabras, una francesa “Oui” y una alemana “Ja”, ambas significan sí. El origen de la Ouija, o mejor dicho de la idea de que a través de una tabla se puede comunicar con muertos, se remonta a la época de los griegos. El filósofo Pitágoras usaba un objeto similar para entablar diálogos con entes del más allá; los chinos casi al mismo tiempo realizaban esta práctica. Y así diversos pueblos como los indígenas de la América precolombina, sólo que éstos para localizar objetos perdidos y en rituales.

Se dice que la popularización de la Ouija, fue al término de la primera guerra mundial, cuando los familiares de los soldados muertos intentaron comunicarse con éstos. Lo anterior desató una ola de charlatanes, y por lógica el desprestigio de este instrumento de contacto, el cual se convirtió en un inofensivo juego de mesa.

Sin embargo, aquellas personas que realizaban las sesiones de Ouija de forma independiente en sus hogares, reportaron extrañas manifestaciones durante y después de jugarla. No había razón para fingir que el indicador se moviera solo, y menos que algunos objetos salieran volando.

Los riesgos de jugar con la Ouija son altísimos, por ejemplo, sugestionarse al grado de pensar que un espíritu los está acosando, o bien, que en verdad un ente o un demonio se haya despertado y quiera lastimarlos. Si ustedes leyeron el artículo de Exorcismo (ver paradero #35) recordarán entonces que el caso de posesión que inspiró la película “El exorcista” el niño había jugado con la tabla en varias ocasiones. Así que no recomiendo que menores de 18 años quieran jugarla.

¿CÓMO HACER UNA OUIJA?

Ahora bien, para quien quiera experimentar con la Ouija y no tenga una, pueden hacerla y funcionará igual. Recordemos que esta tabla tiene miles de años, y no debe ser fabricada en China o Taiwán.

Puede ser de la siguiente manera: Compren una tabla pulida, de aproximadamente 50 por 30 cm, y píntenle las letras; al igual deben colocar los números del 0 al 9 y dos palabras sí y no. El indicador puede sustituirse por una copa la cual se colocará de forma invertida. La otra opción es sobre una mesa chica de cristal redonda, y poner sobre ésta cartulinas con las letras y números, igual el indicador será una copa o un vaso invertido.

Ya que esté lista la Ouija, deben reunirse al menos de tres a cinco personas, y todas colocar su dedo índice sobre el indicador o la copa; sin ejercer ningún tipo de fuerza, éste se moverá formando frases completas y lógicas.

Se le puede preguntar de todo, por ejemplo si alguno de los presentes tuvo otra vida, o qué piensa cierta persona de nosotros; eviten cuestionar sobre quién morirá primero, ya que puede ser perturbador y nada útil. Para comprobar que es la tabla quien está dando estos datos, aborden situaciones que nadie de sus amigos pueda saber.

Ahora, se sugiere que una sesión de Ouija se realice en la madrugada, casi entrando ya la mañana, o bien, en la noche. Las velas y la tierra del panteón no son necesarios, pero crean una atmósfera muy fuerte que puede ayudar a la concentración de los presentes. El que no quiera jugar es preferible que no lo haga, pues podría causarles traumas. Debe haber mucho respeto porque tal vez, sólo tal vez, es posible que un espíritu se manifieste y tome represalias con los que se burlaron de él.

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