lunes, 7 de julio de 2008

ROSWELL, EL PARTEAGUAS DEL FENÓMENO OVNI



Sin duda alguna, uno de los casos más conocidos dentro de la ufología mundial es el de Roswell, ocurrido el 4 de julio de 1947. Hay que recordar que semanas antes de que ocurriera este hecho, ya se había presentado uno muy importante que fue el del piloto aviador Kennet Arnold; el cual al sobrevolar el monte Rainery, se topó con seis discos voladores.

A diferencia del caso Arnold, el de Roswell se vio desde sus inicios un interés por ocultar lo ocurrido; al ejército de los Estados Unidos no le convenía aceptar que una nave de origen extraterrestre se había estrellado en su país, y menos que la gente se enterara que harían estudios a dicho objeto.

la reconstrucción de los hechos

De tantas versiones que existen del caso Roswell, la mayoría coincide en lo siguiente, días antes de que el ovni se estrellara en Nuevo México, lugareños habían observado luces no identificadas sobrevolando la zona.

El por qué estas luces o los ovnis, bueno, porque en Roswell está una base militar y, en ella se estaba desarrollando la bomba V2, que era la tecnología más avanzada del planeta. En otras palabras, si estos “visitantes” querían analizarlos en ese aspecto, era el mejor lugar.

La noche del 4 de julio, alrededor de las 11:30pm, una tormenta azotó Roswell y por lo que cuentan los testigos, fue muy fuerte. Además de los truenos, se escuchó también una explosión, pero no le dieron mucha importancia.

A la mañana siguiente, el ranchero William MacBrazel halló en su rancho algunos fragmentos de metal extraños; ligeros y resistentes al calor y a los golpes. Éstos ahuyentaba a su ganado y después de recoger algunos se los llevó al comisario de Roswell, George A. Wilcox. A su vez, Wilcox se comunicó a la base de Roswell para informar lo ocurrido.

En minutos, el coronel William Blanchard, el mayor Jesse A. Marcel y un agente de contrainteligencia, llegaron al rancho de Mac Brazel y le confiscaron todo; prohibiéndole hablar con cualquiera del caso.

Tres días después, exactamente el 8 de julio de 1947, el oficial de relaciones públicas de la base de Roswell, Walter Haut, dio un comunicado de prensa afirmando que la noche del 4 de julio, un platillo volador se había accidentado y que el ejército lo había trasladado a una base secreta para realizarle estudios. Decía desconocer el material con el que estaba hecho, pero que se parecía al estaño y que era muy ligero.

Una orden superior, hizo que se desmintiera tal informe escasas cuatro después de su difusión. El general Roger Ramey fue el encargado de dar la nueva versión. “ lo que se estrelló en Roswell, fue un globo sonda ”. Con esta declaración se pretendió dar por cerrado el caso del ovni accidentado en Nuevo México.


las contradicciones que apoyan al caso

La primera contradicción es precisamente cómo militares de alto rango, confundieron los restos de un globo sonda con una nave extraterrestre. Es verdad que cuando el globo sonda alcanza altitudes considerables puede confundirse con objetos voladores no identificados, pero, ya cuando se está hablando de restos, es irrisoria la posibilidad de que un general no los identificara.

Otra de las contradicciones es por qué si en la base militar de Roswell no hay niños, la base militar se comunicó con una funeraria local pidiéndole ataúdes pequeños como para infantes de entre ocho y diez años de edad.

El que recibió esta llamada fue su propietario, el señor Gleenn Dennis, quien además de la solicitud, contestó una serie de preguntas algo extrañas como qué se debía hacer con los cadáveres ya en estado de putrefacción, y qué líquidos se debían usar para no alterar su ADN.

Más tarde el señor Dennis se enteró gracias a una amiga que trabajaba como enfermera en la base de Rosweel, que tales féretros eran para seres extraterrestre. La amiga -algunos dicen que era su novia- era Janet Foss y ella afirmó haber estado en la autopsia de éstos.

Dicha autopsia –o al menos se supone que es la de Roswell- fue filmada por Jack Barnett, un camarógrafo profesional que prestaba sus servicios al ejército. Las imágenes salieron a la luz pública casi medio siglo después, cuando Ray Santilli, un productor de televisión de Londres, Inglaterra, se las compró y presentó en marzo de 1995.

Originalmente Santilli cuando hizo negocios con Barnett, no fue para comprarle la autopsia extraterrestre, sino para adquirir las primeras actuaciones de Elvis Presley en televisión; una vez que el trato se había cerrado, el ex camarógrafo le ofreció trece rollos robados al ejército de la autopsia alienígena.

Lo interesante es que de acuerdo a Barnett, el accidente no había ocurrido en julio, sino en junio en una reservación apache, cerca del desierto White Sands. Lo que se sabe, y esto con más del 90 % de certeza, es que las imágenes sí corresponden al año de 1947; personal de Kodak –marca de la película- dio este dato.

Pero a pesar de este material, es imposible demostrar de una forma contundente que el caso es real; por desgracia algunas personas han engañado a los investigadores del fenómeno ovni al presentarse como testigos del caso cuando nunca lo fueron. Lo anterior ha entorpecido las verdaderas evidencias, ya que los datos falsos han desmeritado a las reales.

Roswell, un caso que de ser falso, ya hubiera quedado en el olvido desde hace muchos años.

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